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Un lugar común Por: Guillermo Gomezjurado Quezada

Un lugar común Por: Guillermo Gomezjurado Quezada

Por: Guillermo Gomezjurado Quezada

 

Al Manolo, al Lucho, al Miguel, extremidades fantasmas.

 

Fue con la partida del Tano que empezó a notar ciertos cambios en el ambiente.

Un par de días después del viaje del Lucho, cerraron el bar en Conquistadores donde se reunían los cinco y, cosa más curiosa aun, al Municipio se le dio por reparar la avenida que bajaba desde su casa al departamento del Jota, quien se quedó en la costa, enrolado definitivamente en la mili.

Después de intentar una y mil veces, al Suco le salió la beca para medicina por la que tanto bregaba y la noche en que asistió a su despedida, ya a la salida, esperó en vano el bus que lo acercara a Recoleta. La línea, le dijeron, había cambiado la ruta, y -aunque siguió las referencias que le dieron en la estación- no pudo hallar ninguna de las paradas que le llevaran a casa.

Luego los hechos se sucedieron, cada vez con menos claridad.

Un día, mientras le traían la comida en la picantería de la calle Rendón, donde almorzaba, se dio cuenta, de golpe, de que todos en el salón hablaban un idioma extranjero. Tuvo que llamar a la mesera, improvisando, con torpeza, un par de señas y así finalmente logró pagar la cuenta.

Como si él también hubiese viajado, tuvo la certeza entonces de que, sin haberse movido de su lugar, estaba lejos, muy lejos de casa, de su ciudad, de cualquier lado.

Una que otra vez, sin embargo, tenía la sensación de ir por Conquistadores. Su mano, de pronto, se engañaba al intuir una puerta donde solo se levantaba un muro y sus sentidos, todos, le jugaban una mala pasada cuando creía reconocer viejas voces del otro lado, tal y como intuimos, sin verlo, que el vecino se ha puesto a regar el jardín o arreglar algo en la bodega.

Sentía, entonces, que un lejano y conocido sol lo calentaba. Y todo estaba en orden: esas sombras, esos ruidos diferidos, ese vívido juego de voces ahora conformaban su lugar -así su utilería fuera imaginada, sobrepuesta, fantasma-.

Estaba en casa.

 

(2020).

Comments: 3

  • WarrenGlila

    septiembre 4, 2024

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  • Mercedes

    marzo 14, 2024

    Querido Guillermo gracias por sumarte al proyecto, he disfrutado mucho leerte, sentir en tus letras el cariño que se forma en la amistad y el poder de los recuerdos.
    Esperamos seguir leyéndote.

  • Lucho

    enero 26, 2024

    Se te extraña Gorde!

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