EL CALOR DEL VERANO / Enka Rodríguez.
Por: Enka Rodríguez. Había sido una mañana magnífica. El mar Cantábrico, tantas veces una fiera infame que no se dejaba acariciar, había resultado un tierno cachorrito y nos había permitido pasar la mayor parte del tiempo metidos en el agua. Anabel,
Share: