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Mi abuelito y el tren de su corazón Por: Caty Ordóñez Romero

Mi abuelito y el tren de su corazón Por: Caty Ordóñez Romero

Por: Caty Ordóñez Romero

Mi abuelito de “corazón” y digo así porque no era de sangre, sino del alma, se llamaba Manuel Vera. El trabajó en el tren desde los 12 años, esa era su vida, su pasión y sueño. Laboró hasta los 44 años en la ruta Cuenca-Sibambe, hasta que se jubiló.

Conocía todos los recorridos, paradas del tren y sus relatos siempre estaban basados en la vida junto a su amada máquina, como él la llamaba.

Tuvo varias ocupaciones, pero una de sus primeras labores fue revisar y limpiar la línea férrea de cualquier obstáculo para el paso libre de la máquina, en ese tiempo en Tipococha, un pequeño poblado que pertenece a la provincia del Cañar y que está enclavado en la montaña junto a la línea férrea.

Luego de algunos años fue guardián de la Estación de Cuenca, cuya estructura aún sobrevive en el sector de Gapal, y  que pronto con la gestión del Municipio de Cuenca, se convertirá en un parque temático, para el deleite de la ciudadanía.

Eran maravillosos los relatos de sus viajes, de los hermosos paisajes, incluso de las fieras salvajes que se podían encontrar junto a la vía, pues el tren recorría parajes agrestes, donde no llegaba ningún otro vehículo.

En una ocasión me contó que vio un felino, quizá un tigrillo junto a la línea férrea, que le causó un susto durante la oscura noche, pero afortunadamente el encuentro no pasó a mayores. Muchas veces la bruma acompañaba sus recorridos, para lo cual se iluminaba con una linterna a pilas, que quizá ahuyentó al animal.

Cuando niña, tuve la suerte de viajar en algunas ocasiones en el tren y llevo en mi memoria el estruendoso sonido de su silbato, que anunciaba su llegada o partida hacia un mágico viaje, donde el pasajero podía deleitarse con asombrosos paisajes imposibles de encontrar en otros rumbos, con pequeñas casitas a la orilla de la vía, con sus habitantes haciendo tareas agrícolas, cuidado de animales, y los árboles y flores que pintaban de colores la retina del espectador.

Muchas veces fui a Tipococha de vacaciones con mis abuelitos y primos, por su puesto en el tren, donde el tiempo parecía haberse detenido. Ahí  vivían las hermanas de mi abuelito y otros de sus familiares, que nos hospedaban en las vacaciones.

Montábamos a caballo, recorríamos la montaña y comíamos caldo de gallina criolla o deliciosos cuyes. Junto a los sobrinos nietos de mi abuelito recorríamos las orillas de pequeños ríos, y en las noches nos contaban relatos de miedo del lugar, que luego no nos dejaban dormir tranquilos. Qué hermosos recuerdos hay en mi memoria, de aquellos paseos de mi niñez.

Ese sonido sonoro del tren, impactó mi pequeña mente y la llenaba de alegría cuando lo escuchaba llegar a la estación de Gapal, que está junto a una ciudadela donde viven ex – trabajadores ferroviarios. Ahí vivieron por muchos años mi abuelita, Florencia Romero, esposa de mi abuelito Manuel.

Ahí crecimos todos los nietos de ellos, a quienes mi abuelito nos amaba mucho, como si fuéramos de su sangre, cariño que fue plenamente correspondido.

El soñaba volver a escuchar el sonido de la máquina que despertaba a todos en la madrugada, pero sus ojitos se apagaron hace un par de años sin poder cumplir su anhelo.

Sin embargo, en su corazón nunca abandonó esa esperanza, que espero algún día se cumpla en honor a él y a muchos ex trabajadores ferroviarios que anhelan volver a escuchar el sonoro silbato del tren.

Comments: 10

  • Mercedes

    marzo 14, 2024

    La escritura hace que el tiempo regrese con los recuerdos, es lo que ha logrado nuestra escritora Caty, gracias por tu generosidad al compartir un relato de tu intimidad familiar, esperamos seguir leyéndote.

  • Carlos Vera

    febrero 5, 2024

    Hermosos recuerdos…..espero que ver más fotos especialmente de mi tío querido Manuelito junto a su esposa mi tía querida
    Saludos Katy pence que nunca más le volvería a ver….

    • Caty Ordóñez

      febrero 8, 2024

      Así es, son recuerdos que permanecerán siempre en mi corazón. Voy a buscar una foto para que la puedan ver. Muchas gracias.

  • Carlos Vera

    febrero 5, 2024

    Hermosos recuerdos….espero ver más fotitos de mi tío Manuelito fuera muy bueno claro junto a mi tía

  • Marianita Vera

    febrero 3, 2024

    Felicidades Caty hermosos recuerdos de la niñes.. grandes anécdotas que quedan grabados en nuestra mente y el corazón porque fui parte de algunos de ellos…

    • Caty Ordóñez

      febrero 8, 2024

      Muchas gracias Marianita.

  • Anónimo

    febrero 3, 2024

    Felicidades Caty hermosos recuerdos de la niñes.. grandes anécdotas que quedan grabados en nuestra mente y el corazón porque fui parte de algunos de ellos…

  • Karina López

    enero 31, 2024

    Estimada Caty su relato me ha conmovido. Logró transportarme a mi niñez y la magia de viajar en tren como una de las aventuras más significativas para las generaciones de aquella época.

    Felicitaciones, que pena que su abuelito no haya podido cumplir su sueño, pero feliz estará de haberle inspirado a escribir este texto 🆙

    • Anónimo

      febrero 3, 2024

      Muchas gracias estimada Karina, qué bueno que le gustó mi relato. Un abrazo.

      • Anónimo

        febrero 3, 2024

        Caty Ordóñez

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