El cuento de hadas que nunca se escribió Por: Joaquín Moreno Aguilar
Dedicado a mi nieta Natalia, quien, de alguna manera, me mostró este tema. El escritor estaba listo para escribir su cuento. Comenzó: Hace muchos, muchísimos años, cuando el tiempo no tenía calendario, había un pequeño reino escondido entre montañas blancas. El palacio de
Traslación Por: Sonia Criollo Chiriboga
… Y entonces, Leticia estaba ahí, parada frente al espejo, mirándose, estupefacta, sin comprender si lo que había acabado de experimentar, fue o no real, si se trataba de un sueño o la máxima expresión de su imaginación, producto de
Mirar lo que mira Por: Juan Carlos Astudillo Sarmiento
La mirada de mi hija está perdida, siempre. Ella ve a través de algo que no encuentro y habla para sí, tendiendo voces que son juegos y me invita. Tengo miedo de entrar, a veces, porque no quiero despertar. A
UN HOMBRE CON EL ESPINAZO TORCIDO Por: Lorena Spatakis
Un hombre con el espinazo torcido cruzó las puertas del Palacio Salvo. Hacía dos horas que había decidido no vivir más. El detonante fue encontrar a su mujer con el vecino en su departamento, un día de semana a la
EL ÁTICO Por: Verónica Oviedo Buendía
No pretendo justificarme, buscar el perdón de Dios o eximir mis culpas al contarles esta historia. Solo intento aclarar los pensamientos que aparecen desordenados en mi mente cada vez que repaso la manera en la que todo sucedió. Aquella madrugada lo
LA CITA Por: Oswaldo Encalada Vásquez
La mujer yace de costado. Su desnudez es una espada de fragancia. Una mínima cinta negra cuelga del amplio recodo de la cintura. -Recoge -dice ella-. Nada puede quedar en esta habitación. El hombre levanta las ropas, la única copa donde bebieron
LIBERTAD EN LA OSCURIDAD Por: Mercedes Jarrín Molina
Tenía la certeza de que nada ni nadie la iban a ayudar. Laura huyó de casa a los doce años, ya no soportó el abuso al que su padre la sometía, su madre simplemente miraba a otro lugar, no escuchaba,
DE AMOR Y AMISTAD Por: Jorge Dávila Vázquez
Años después de la muerte de mamá y de mis dos amigos, Edmundo y Alfonso, yo continuaba hablando de ellos en presente, y cuando tenía alguna duda, alguna pena, pensaba voy a hablar con ella, voy a preguntarle a mi